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lunes, 22 de octubre de 2007

Las aventuras de Neko San

Un_gato__by_faboarts

Un día como cualquier otro, Neko san decidió salir a pasear, jamás se había movido de aquel lugar que su dueña le había preparado con tanto cariño. Allí tenía su pescado, su cama y el tan preciado sol.

Pero Neko san estaba aburrido, la monotonía lo tenía cansado, además se sentía obeso, ya que no era aquel gato ágil que bajaba del valcón de un sólo salto. En este último tiempo, Neko san tenía que hacer grandes esfuerzos para poder saltar, trepar o realizar cualquier tarea que el común de los gatos hacía facilmente.

Neko san veía atrevés del vidrio como sus compañeros de juegos se burlaban de él, es por esta razón que decidió incursionar en el mundo de los humanos. En una de las tantas veces que la Ama abría la puerta del departamento, Neko san se precipitó hacia la libertad sin oír los gritos de su dueña.

Las escaleras lo cansaron, pero Neko san no se detuvo, tenía que llegar a la calle y pavonearse frente a sus amigos felinos, para que de esta forma vieran su pelaje cuidadosamente cepillado, y su agilidad hace tanto tiempo perdida.

Neko san no vio a ninguno de sus compañeros en aquella selva de cemento, solamente piernas que se cruzaban en su camino, zapatos de gente desconocida. Neko san tenía miedo, comenzó a maullar, con la esperanza de que su ama viniera en cualquier momento como siempre lo había hecho cuando hacía aquel sonido, pero aquellas piernas reconocibles no aparecían.

¿Qué habías hecho Neko san?, su pelaje blanco le impedía pasar desapercibido, la multitud se acercaba a acariciarlo, al verse amenazado, Neko san sacó su último arsenal que jamás había usado: se engrifó. "Esto servirá"- pensó- "los humanos tendrán miedo de mi", pero su plan no resultó, las personas seguían acariciandolo.

Neko san decidió volver a su hogar, pero no sabía el camino, de lejos divisó a una pandilla de gatos, ¿Qué haría?, él era obeso y no podía correr tan rápido como ellos. Además sus poderes gatunos habían disminuido por su pereza congénita.

Uno de aquellos felinos, el jefe de la banda, comenzó a acercarce peligrosamente a Neko san, éste retrocedió, listo para recibir la paliza más grande de su vida. Pero en aquellos momentos sintió como unas manos cálidas rodeaban su pancita, y como una dulce voz decía:

- ¿Dónde te habías metido mi Neko san?

"Jamás me escaparé" pensó Nekosan "No si tengo a mi Ama, comida, cama y sol"

______________

aaaaaaaawwww~~~ comida,cama y sol ^^

...lo que hace no querer seguir leyendo lo de cultura XD tengo tb un dibujo de Neko san =D pobrecito, es tan obeso como todas mis mascotas, y hamtaro va para las mismas, nunca pensé que un hamster podía engordar tanto, pero hoy lo vi comiendo muy acostado el perla y con la inmensa panza ¬¬

4 comentarios:

Carolina Castro Varela dijo...

bello cuento ^^
neko-saaaan!
me imaginé a gatín

hamtaro es un hamster pajero, es un caso insólito! dónde quedaron sus dosis de hiperactividad?

xD

saludillos!

Anónimo dijo...

Hamtaro obeso?!! XDDD para de no cuidar el peso de tus mascotas!

Neko sannnn!!

Me lo imaginé, gordito... lindo, mamón X333 uyy!!

Vive en cautiverio y probó la libertad! aunque... a la mayoría de los gatos les gusta su libertad ¬¬ *recordando a la cleo*

Ya niña, te dejo... tengo muerte mental =0=

mua!

Camila González dijo...

o_O

heey, tu narrativa está pegajosa... tienes mucha facilidad para continuar la temporalidad cuando estás inspirada =O, me mataste. Tienes que escribir más!!

besos!
neko-saaaan x3

Anónimo dijo...

nice!!

Gato